La mujer no es tierra germinada
es la flor del costado adormecido,
es un sueño de amor acompañado,
para encender la luz y hacer el nido.
A la mujer no la sacó del barro
sino del sueño del varón dormido
que al despertar y verla, entusiasmado,
la llamó su mujer, y el su marido.
Que suba la mujer hasta la cumbre
en la maternidad acrisolada:
que encienda la sonrisa de la vida,
y ordene la alegría de la casa.
Ella sin mí despeja el horizonte;
mas yo sin ella no despejo nada.
No siente celos de ella mi ser de hombre;
pero por que soy hombre la echo en falta.
B.G.Q CELIA
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