lunes, 2 de noviembre de 2009


Por la mañana temprano
cuando traen a mi nieto,
un halo de alegría
inunda mi hogar entero.
Con su voz aun soñolienta
se despide de su madre, pero
se queda contento, por que
la yaya lo abraza,
y le da su cariño entero.
Juntos hacemos los zumos,
y ponemos a tostar pan,
por que para estudiar,
primero se hay que alimentar.
Miramos los "dibujitos"
pero sin exagerar, por que
a las nueve en punto
en la fila hemos de estar.
Se despide de la bisabuela,
pero antes de marchar
nos recuerda que al recreo
muy prontito saldrá.
Y se le ve tan feliz de la mano de su yayo,
y se va tan saltarín, con su bolsa de almorzar,
mientras el silencio vuelve
a mi casa entrar

2 comentarios:

  1. Muy bonita esta poesía. Describe muy bien el cariño de los abuelos por los nietos.
    Un beso.

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  2. Celia ya puedo entrar asi ke me aprobecho
    ... muy lindo tu nieto y bella la poesia veo Josefa es seguidora me alegro es una buena amiga.
    Un abrazo

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